El citomegalovirus (CMV) es un virus común que infecta a personas de todas las edades en todas partes del mundo. La mayoría de las infecciones por el CMV son “silenciosas,” lo cual significa que la persona infectada no padece de ningún síntoma. Sin embargo, puede causar enfermedad en bebés antes del nacimiento si se presenta transmisión transplacentaria y en personas que tienen un sistema inmune débil. La presencia de IgM positiva indica exposición al virus, pudiendo tratarse de una infección primaria o una reactivación de la infección. Luego de que la infección resuelve, sus niveles disminuyen hasta negativizarse.
Se recomienda analizar la avidez de IgG anti-CMV para confirmar la relevancia clínica de los resultados índex ≥ 0,85. Si los resultados siguen sin ser claros, es recomendable tomar una segunda muestra en un período de tiempo razonable (por ejemplo 2 semanas) y repetir el análisis.
Esperar coagulación (de 15 a 30 minutos, no más de 2 horas). Centrifugar inmediatamente 10 minutos a 3000-3500 rpm.
Preferible: Tubo tapón rojo con gel.
Aceptable: Tubo tapón lila (EDTA), tubo tapón verde (Heparina de litio y sodio) o tubo tapón celeste (Citrato).
Preferible: Suero
Aceptable: Plasma
TA: (20-25) °C
4 horas
R: (2-8) °C
≤ 14 días
C: -15 °C
1 mes
Hemólisis o lipemia fuerte. Muestras inactivadas con calor, con contaminación microbiana evidente.
Hombres y mujeres
Negativo: < 0.85 índice de Acs
Zona gris (indeterminado): 0.85-1.00 índice de Acs
Positivo: ≥ 1.00 índice de Acs