Después de la infección primaria, los anticuerpos IgM, IgA e IgG pueden detectarse sucesivamente en muestras de suero. Los anticuerpos IgG generalmente se consideran marcadores de cualquier contacto con el patógeno, independientemente del estadio de la enfermedad. Varios años después de la infección, pueden volver a desaparecer. Los anticuerpos IgM son característicos de la infección aguda por Chlamydia, y los anticuerpos IgA indican la progresión en curso de una infección persistente.
Se recomienda realizar esta prueba después de 7 a 15 días de la exposición de riesgo para descartar el contagio.
Esperar coagulación (mínimo 10 minutos). Centrifugar inmediatamente 10 minutos a 3000-3500 rpm.
Preferible: Tubo tapón rojo con gel.
Aceptable: Tubo tapón lila (EDTA).
Preferible: Suero
Aceptable: Plasma
TA: (20-25) °C
4 horas
R: (2-8) °C
5 días
C: -15 °C
6 meses
Tipo de muestra inadecuado. Se recomienda evitar la hemólisis y lipemia. Sin embargo no interfiere directamente en esta prueba.
Un resultado negativo no descarta una infección, ya que las muestras de suero pueden tomarse demasiado pronto para que los anticuerpos sean detectables. Un resultado positivo no descarta la presencia de otro patógeno infeccioso como causa de la enfermedad.
Hombres y mujeres
Negativo: < 20 U/mL
Indeterminado: 20-25 U/mL
Positivo: > 25 U/mL
En el caso de obtener resultados en zona gris o indeterminado, se recomienda realizar nuevamente la prueba en un plazo de 15 días.