El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Aunque no tiene cura, detectarla en sus etapas iniciales puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de la persona y su entorno.
¿Qué signos pueden alertarnos?
- Olvidos frecuentes de información reciente
- Dificultad para encontrar palabras o seguir conversaciones
- Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento
- Problemas para realizar tareas cotidianas
Ante estos síntomas, muchas veces se piensa que es “parte de envejecer”, pero no debe subestimarse. Consultar a tiempo permite un diagnóstico temprano, iniciar tratamiento, planificar el futuro y acceder a apoyo médico y emocional.
🔬 ¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico temprano incluye una evaluación médica completa, pruebas cognitivas y, en algunos casos, estudios de laboratorio o imágenes cerebrales.
Algunos de los exámenes que se pueden realizar en sangre para evaluar la presencia de Alzheimer son:
- Determinación de Beta-amiloide 42/40
- Tau217 fosforilada
- Tau181 fosforila
Por otro lado, el análisis del gen APOE puede ayudar a saber ni genéticamente estamos predispuestos a padecerlo.
Detectar el Alzheimer a tiempo no detiene la enfermedad, pero sí permite afrontarla con herramientas adecuadas para vivir esta etapa con mayor plenitud.