La prueba se utiliza para la detección de infección primaria o reactivación del virus varicela zoster (VZV), la causa de la varicela y el herpes zóster. Si se sospecha una infección por VZV, se deben analizar los anticuerpos IgG, IgM e IgA. Los anticuerpos IgM son típicos de la fase aguda de la infección. En casos de reactivación del virus, los títulos crecientes de anticuerpos IgA e IgG son relevantes para el diagnóstico. La determinación de IgG se utiliza para documentar el estado inmunitario y confirmar una inmunización exitosa.
Se recomienda realizar esta prueba después de 7 a 15 días de la exposición de riesgo para descartar el contagio.
Esperar coagulación (de 15 a 30 minutos, no más de 2 horas). Centrifugar inmediatamente 10 minutos a 3000-3500 rpm.
Preferible: Tubo tapón rojo con gel.
Aceptable: Tubo tapón lila (EDTA).
Preferible: Suero
Aceptable: Plasma
TA: (20-25) °C
4 horas
R: (2-8) °C
5 días
C: -15 °C
6 meses
Tipo de muestra inadecuado. Se recomienda evitar la hemólisis y lipemia. Sin embargo no interfiere directamente en esta prueba.
Un resultado negativo no descarta una infección, ya que las muestras de suero pueden tomarse demasiado pronto para que los anticuerpos sean detectables. Un resultado positivo no descarta la presencia de otro patógeno infeccioso como causa de la enfermedad.
Hombres y mujeres
Negativo: < 50 mIU/mL
Indeterminado: 50-100 mIU/mL
Positivo: > 100 mIU/mL
En el caso de obtener resultados en zona gris o indeterminado, se recomienda realizar nuevamente la prueba en un plazo de 15 días.