Cuando hablamos de salud hormonal, solemos pensar en ovarios, tiroides o glándulas suprarrenales… pero pocas veces pensamos en el intestino. Sin embargo, existe una conexión profunda entre las hormonas y la microbiota intestinal que puede influir directamente en cómo nos sentimos, cómo responde nuestro cuerpo y en nuestro bienestar general.
¿Qué es la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal está compuesta por billones de bacterias que viven en el intestino y que cumplen funciones clave para la salud:
- Apoyan la digestión y absorción de nutrientes
- Fortalecen el sistema inmunológico
- Producen sustancias esenciales para el cuerpo, como vitaminas y neurotransmisores
Su composición varía según lo que comemos, nuestros hábitos, el uso de medicamentos (como antibióticos o anticonceptivos), el embarazo, el estrés o la edad.
¿Cómo se relacionan las hormonas con la microbiota?
Existe una comunicación constante entre el intestino y el sistema endocrino (el encargado de producir las hormonas). Este vínculo se conoce como el «eje intestino-hormonas».
Cuando la microbiota está en equilibrio:
✅ Se regula el eje hipotálamo-hipófisis
✅ Se reduce la inflamación del cuerpo
✅ Se metabolizan adecuadamente los estrógenos
✅ Se mejora la respuesta al estrés y el estado de ánimo
Pero cuando hay disbiosis (desequilibrio de bacterias) o permeabilidad intestinal (daño en la pared intestinal), estas funciones pueden verse alteradas, afectando negativamente el equilibrio hormonal.
Señales de alerta: ¿cómo saber si hay disbiosis con impacto hormonal?
Algunos síntomas que podrían indicar un desequilibrio en la microbiota con consecuencias hormonales son:
- Problemas digestivos frecuentes (hinchazón, gases, estreñimiento)
- Menstruaciones irregulares o dolorosas
- Infecciones urinarias o vaginales recurrentes
- Cambios en la piel (como rosácea o acné)
- Baja tolerancia al estrés, ansiedad o irritabilidad
¿Se puede evaluar la microbiota intestinal?
Sí. Existen pruebas especializadas que permiten conocer la composición de la microbiota y detectar si hay disbiosis o daño en la barrera intestinal. Aunque suelen tardar entre 4 y 6 semanas en entregar resultados, ofrecen información muy valiosa para personalizar tratamientos y mejorar la alimentación y la salud intestinal.
Algunas de estas pruebas son:
- GI MAP PLUS: se realiza con muestra de heces
- Panel de barrera intestinal: se realiza en sangre
En Lab Echandi le acompañamos en el camino hacia su equilibrio
Contamos con estas y otras pruebas especializadas para ayudarle a comprender mejor el estado de su microbiota, y así optimizar su salud digestiva, inmunológica y hormonal.
Porque entender su cuerpo es el primer paso para cuidarlo mejor.