Setiembre: Mes del corazón

Este mes es un recordatorio crucial de que nuestro bienestar depende en gran medida de las decisiones que tomamos diariamente. Una de las más importantes es el ejercicio físico.

¿Cómo ayuda el ejercicio a prevenir enfermedades cardiovasculares?

El ejercicio físico regular es una de las mejores herramientas para mantener un corazón saludable. Aquí te explicamos cómo:

1. Mejora la circulación sanguínea: El ejercicio fortalece el corazón, lo que le permite bombear sangre de manera más eficiente. Esto mejora la circulación, reduce la presión arterial y disminuye la carga sobre el corazón.
2. Controla el peso corporal: El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para las enfermedades cardiovasculares. La actividad física ayuda a quemar calorías, reducir la grasa corporal y mantener un peso saludable.
3. Reduce los niveles de colesterol: El ejercicio aumenta los niveles de colesterol «bueno» (HDL) y disminuye el colesterol «malo» (LDL), ayudando a prevenir la acumulación de placas en las arterias, una condición conocida como aterosclerosis.
4. Regula el azúcar en la sangre: La actividad física regular mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas.
5. Reduce el estrés: El ejercicio libera endorfinas, las hormonas del bienestar, que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, ambos vinculados a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.

¿Cuánto ejercicio es suficiente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana para los adultos. Esto puede incluir caminar, correr, nadar, andar en bicicleta o cualquier otra actividad que aumente tu ritmo cardíaco y te haga sudar.

El corazón es un músculo que, al igual que cualquier otro, necesita ser ejercitado para mantenerse fuerte. Durante este mes del corazón, hagamos del ejercicio una prioridad, cuidando así del motor que nos mantiene vivos.