Cuando hablamos de salud cerebral, pocas cosas influyen tanto como el estrés crónico. Y en el centro de esta relación está una hormona: el cortisol.
El cortisol es indispensable para el organismo. Ayuda a responder ante situaciones de emergencia o presión. Sin embargo, cuando sus niveles se mantienen elevados por mucho tiempo, como ocurre con el estrés crónico, pueden generarse efectos negativos a largo plazo… incluyendo en el cerebro.
¿Cómo impacta el cortisol crónico en el cerebro?
Diversos estudios han demostrado que un exceso de cortisol en sangre puede:
- Alterar la memoria y la concentración
- Dañar estructuras cerebrales como el hipocampo (clave para la formación de recuerdos)
- Aumentar la inflamación en el sistema nervioso
- Contribuir al deterioro cognitivo asociado a enfermedades como el Alzheimer
¿Qué puedo hacer?
- Reconocer el estrés crónico: si siente ansiedad constante, fatiga mental, insomnio o irritabilidad, es momento de prestar atención.
- Incorporar hábitos que regulen el cortisol: ejercicio moderado, descanso adecuado, alimentación balanceada y momentos de pausa real.
- Consultar a tiempo: si hay antecedentes de deterioro cognitivo en la familia o síntomas persistentes, un chequeo médico puede marcar la diferencia.
Cuidar su salud emocional hoy es una forma de cuidar su salud cerebral a largo plazo.
Porque sí: el estrés crónico no es solo emocional, también es físico, neurológico y silencioso.